Tras la muerte de su esposo, el suegro de Maria Nweke le pidió que abandonase su casa debido a que no tenía un hijo varón. Nweke presentó este caso alegando que, de acuerdo con las costumbres de los Awka, una mujer hereda los bienes de su esposo, independientemente de si tiene un hijo varón o no. Los demandados/apelantes, que son el suegro y cuñado de Nweke, inicialmente afirmaron que la primogenitura masculina es la Ley Nativa y la Costumbre del pueblo Awka y que, como tal, sin un heredero varón, la propiedad pasa al padre y el hermano mayor del fallecido.