Por qué el genocidio en Palestina es una cuestión feminista

Fecha de Publicación: 
Lunes, 11 Marzo 2024

Foto: Protesta demandando el alto al fuego en la COP28 

Por Maryam Al Tibi, oficial de comunicación y relaciones exteriores en el Centro de Democracia y Derechos de los Trabajadores en Palestina; y Alejandra Scampini, Coordinadora del Área de Mujeres de la Red Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Red-DESC).

En el transitar hacia la plena igualdad de género, cada paso atrás reverbera más allá de su impacto inmediato. En este sentido, es imprescindible reflexionar sobre el genocidio que persiste en Palestina. Como feministas, debemos reconocer que los principios de justicia social y derechos humanos no conocen fronteras, y es nuestro deber solidarizarnos con las mujeres y niñas palestinas, cuyas vidas y futuros se encuentran en peligro debido a la prolongada ocupación israelí de sus tierras.

Es urgente destacar el impacto de género de la campaña genocida de Israel. Desde el 7 de octubre de 2023, más de 30,000 palestinos han perdido la vida en Gaza, siendo la mayoría mujeres y niños. Naciones Unidas estima que un millón de mujeres y niñas se encuentran desplazadas, y dos madres pierden la vida cada hora. Además, expertos de la ONU han expresado su consternación ante las denuncias de violaciones de derechos humanos contra mujeres y niñas palestinas en Gaza y la Cisjordania ocupada desde el inicio de la guerra, reportándose ataques deliberados y asesinatos extrajudiciales de mujeres y niños palestinos incluso en lugares donde buscaban refugio o mientras huían.

No podemos hacer caso omiso de que, al igual que en otras regiones afectadas por conflictos y ocupaciones, las mujeres son las más golpeadas por la violencia, el desplazamiento, la pérdida de empleo y el acceso limitado a servicios esenciales como educación y salud. Durante más de siete décadas, las mujeres palestinas en toda su tierra ocupada han visto sustancialmente limitados sus derechos debido a la prolongada ocupación y opresión de Israel contra su pueblo. Según un informe de Naciones Unidas de 2022, el bloqueo de Gaza ha tenido un grave impacto en las mujeres y niñas, socavando sus condiciones de vida, limitando su acceso a servicios esenciales, aumentando su carga de cuidados y elevando su vulnerabilidad a todas las formas de violencia de género. Además, la presencia de las fuerzas israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este ocupadas agrava la prevalencia de la violencia sexual.

En un momento en que miles de mujeres y personas de género diverso se reúnen en Nueva York para la 68ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, es crucial elevar las voces de las mujeres palestinas en toda su diversidad y exigir responsabilidad por las atrocidades cometidas contra ellas. Es imperativo exigir un alto al fuego inmediato y abordar las raíces de la agresión israelí, arraigadas en décadas de ocupación militar, colonialismo de colonos y apartheid impuesto por Israel.

 

Activistas mostrando solidaridad con el pueblo palestino en la COP28 

Asimismo, mientras la Comisión se enfoca este año en fortalecer instituciones y financiamiento con una perspectiva de género para abordar la pobreza y empoderar a las mujeres y niñas, es esencial confrontar la hipocresía de naciones ricas como Estados Unidos, Alemania, Australia y Canadá, que retienen fondos de agencias vitales como la UNRWA. Esta agencia de la ONU no solo proporciona servicios que salvan vidas en Gaza devastada por la guerra, sino que también ofrece atención médica, educación y otros servicios esenciales a alrededor de 5.6 millones de refugiados palestinos. Al suspender la financiación bajo acusaciones dudosas en medio de un genocidio en curso, estas naciones pueden ser cómplices de las consecuencias catastróficas para los refugiados palestinos, especialmente para las mujeres y niñas.

¿Cómo podemos esperar que los estados avancen e implementen políticas destinadas a la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres, el logro del desarrollo sostenible y la promoción de sociedades pacíficas, justas e inclusivas, cuando existe un evidente doble rasero en la aplicación del derecho internacional? A pesar de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) reconoció el 26 de enero de 2024 la plausibilidad de que Israel cometa genocidio contra los palestinos en Gaza y emitió una serie de medidas provisionales de emergencia exigiendo el fin de su campaña genocida, Israel ha persistido en sus atrocidades. Estas acciones son el resultado de un sistema de opresión y represión que ha sido construido con la complicidad del gobierno de Estados Unidos, que ha alimentado sistemáticamente a Israel con miles de millones en ayuda militar, totalizando aproximadamente $3.3 mil millones al año.

La verdadera igualdad de género no puede prosperar en un mundo plagado de violencia e injusticia, donde el militarismo y los sistemas patriarcales se entrelazan para perpetuar la opresión. Como defensoras de la igualdad de género, es crucial reconocer la interconexión de todas las luchas por la justicia y solidarizarnos con determinación. Mientras abogamos por un alto al fuego permanente, también debemos amplificar incansablemente las voces de todas las mujeres palestinas, asegurando que se reconozcan y respeten sus derechos, incluido su derecho fundamental a la autodeterminación.