El 28 de julio de 2022, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución histórica que reconoce el derecho humano a un medio ambiente saludable.
Esta resolución fue el resultado de muchos años de esfuerzo y colaboración entre instituciones nacionales de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas, niños, niñas, jóvenes y Estados, entre otros.
El derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible
Todas las personas tienen derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. Dado que los derechos humanos y el medio ambiente son interdependientes, un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es esencial para disfrutar plenamente de derechos como el derecho a la vida, la salud, la alimentación, el agua y el saneamiento y el desarrollo, entre otros.
Al mismo tiempo, el ejercicio de los derechos humanos, incluidos el acceso a la información, la participación y la justicia, es crucial para proteger el medio ambiente.
A pesar de numerosos acuerdos internacionales y leyes nacionales, el medio ambiente sigue deteriorándose. Las crisis globales actuales, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, representan amenazas graves para la humanidad y afectan profundamente los derechos humanos.
Los componentes del derecho a un medio ambiente saludable
Aunque no existe una definición universalmente aceptada del derecho a un medio ambiente saludable, se entiende que este derecho incluye aspectos sustantivos y de procedimiento. Los elementos sustantivos abarcan el aire limpio; un clima seguro y estable; acceso a agua potable y saneamiento adecuado; alimentos sanos y producidos de forma sostenible; entornos no tóxicos donde vivir, trabajar, estudiar y jugar; y biodiversidad y ecosistemas saludables.
Los elementos de procedimiento incluyen el acceso a la información, el derecho a participar en la toma de decisiones y el acceso a la justicia y a recursos efectivos, garantizando que se puedan ejercer estos derechos sin temor a represalias. Lograr este derecho también requiere cooperación internacional, solidaridad y equidad en las acciones medioambientales, incluida la movilización de recursos, así como el reconocimiento de la jurisdicción extraterritorial en casos de daños ambientales que afecten los derechos humanos.
¿Cuáles son las implicaciones del reconocimiento del derecho a un medio ambiente saludable para las personas y el planeta?
- Mayor comprensión de cómo la degradación ambiental amenaza todos los derechos humanos y cómo el ejercicio de estos derechos contribuye a una mejor protección del medio ambiente, creando un círculo virtuoso.
- Reconocimiento legal del derecho en países que aún no lo reconocen, sirviendo como base para reformas constitucionales o legislativas.
- Mayor concienciación sobre la importancia de abordar las cuestiones medioambientales a nivel social.
- Fortalecimiento de la aplicación y el cumplimiento en los países donde ya se reconoce este derecho
- Mejora en el disfrute de los derechos de las personas y en la responsabilidad de los Estados de respetar, proteger y cumplir el derecho a un medio ambiente saludable; por ejemplo, el derecho a un medio ambiente sano puede servir como base jurídica adicional o referencia para los casos relacionados con el medio ambiente en los tribunales nacionales e internacionales.
- Mecanismos reforzados para garantizar la protección de las personas defensoras de los derechos humanos ambientales.
- Mayores responsabilidades para el sector privado de respetar el derecho a un medio ambiente sano, incluso en sus cadenas de suministro y en la diligencia debida en materia de derechos humanos
- Apoyo a una respuesta más integrada y efectiva a la triple crisis planetaria por parte de los Estados y del sistema de la ONU.
- Promoción de la participación libre, activa y significativa del público y de las comunidades afectadas en temas relacionados con el derecho a un medio ambiente sano.
Para más información sobre el derecho a un medio ambiente saludable, consulta esta nota informativa preparada por la ONU.